¿Quien no ha querido alguna vez ser espía para poder decir aquello de sincronicemos nuestros relojes? La medida del tiempo, primero con los astros, luego con relojes, es una alta tarea matemática y encontrar un momento simultáneo no es tarea fácil. Foto Joanna Lemanska.
No es fácil viajar en el tiempo y tampoco predecir el futuro. ❝Con estas instalaciones, el empresario apenas tendrá que ir a su oficina en absoluto, podrá hacer todo su trabajo en la comodidad de su propia casa.❞ Así veía en 1970 el gigante de las telecomunicaciones británico BT, con un punto de humor, el futuro de las comunicaciones y la transmisión de documentos. La matemática para ello llegó, la técnica también, pero ¡qué difícil adivinar el diseño!
No renuncian los matemáticos, junto a los físicos, a intentar los viajes en el tiempo. Sería asombroso, pero muchas cosas que en un tiempo eran increíbles se han ido realizando un tiempo después.
De momento es tiempo de fantasía y nos conformamos viendo en la foto a Ray Bradbury, sentado en la máquina del tiempo original de la película de hace tiempo The Time Machine.
La velocidad de la luz es constante, el tiempo puede ser diferente para dos observadores en movimiento relativo. La idea de una cuarta dimensión y la geometría de Lobachevski dieron soporte a la nueva teoría. Einstein lo explicó tan simple como era posible. Y para entenderlo cada uno debe tomarse su tiempo, que puede medir con curiosos relojes matemáticos. Foto FJTUrban.
Calendario permanente visual e interactivo de los tiempos heroicos de la navegación. Matemáticas surcando los mares. Foto Syed Shafi Aszad
Bueno, no es lo mismo un reloj con sol que un reloj de sol. Se puede construir un reloj de sol, que tiene que ser adaptado a cada lugar, como explican desde el Planetario de Bogotá. En la provincia de Valencia el pueblo de Otos ha llenado sus calles de preciosos relojes de sol. Foto Bill Gekas
