Si marcamos un punto fosforito en una rueda de la bicicleta y echamos a rodar de noche veremos una curva a la que Galileo llamó cicloide y causó sensación por su belleza y propiedades. Se usa en relojes, péndulos y toboganes por ser braquistrócrona (el camino más corto) y tautódrona (llegada simultánea), como nos explica gaussianos. Foto Tustel Ico.
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