En 1970 se decÃa en la Facultad de Ciencias de Zaragoza que el área de Matemáticas contaba con una calculadora mecánica que hacÃa sumas, restas, productos y hasta divisiones, a golpe de palanca. En el 71 un alumno lucÃa en clase de AstronomÃa una calculadora de bolsillo, casi de mochila, con luminosos números, que hacÃa también las 4 reglas, lo que no le libraba de trabajar con las tablas de logaritmos y trigonométricas, como los demás. Ya en 1975 tuve la suerte de adquirir en Paris mi primera Texas Instrument, con senos y logaritmos, con luces más pequeñas, baterÃa y cargador. Un lujo que me acompañó muchos años. Nostalgias que aparecen al mirar la preciosa foto de Daniel Secches.