Si ya hicieron falta muchas matemáticas para inventar el teléfono y extenderlo por el mundo, aún más son necesarias para todo lo que vino después. En la foto el prototipo Beaton del estudio Frog, seleccionado para el concurso de nuevas cabinas en Nueva York, con teléfono, micrófono, marcado de voz, sonido dirigido al usuario, internet, wi-fi, mapas y anuncios municipales.